Ficha de Griseta

El caso de Griseta es muy triste, un caso de cruel maltrato. Desde peque vivió encerrada en un transportín, donde vivía sin poder caminar ni casi ponerse en pie. Comía, dormía, hacía sus necesidades y observaba su entorno (porque no podía jugar) desde dentro de una caja. Esto le provocó una infección que tuvo como resultado su abandono ... dentro del transportín en que entonces parecía que se había convertido también en su tumba. Cuando una voluntaria la descubrió tirada, encerrada en el transportín, estaba medio inconsciente, desnutrida y con una infección que el veterinario a donde se le llevó para asistirla, aconsejó la eutanasia.

Ella no se rindió y nosotros tampoco. Así que después de esfuerzo y lucha, la valiente y fuerte Griseta demostró que tenía unas ganas locas de vivir y un espíritu de superación enorme. Ahora ya está recuperada, es sociable, vital y muy expresiva. Solo le falta una cosa: un hogar donde la traten con normalidad: con mucho amor y con el calor de una familia de verdad. Si tú pedes ser esa familia, ven a conocerla y te atrapará con su charla y simpatía.